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4 dic 2009

"Curiosidad"

Siempre me ha llamado la atención, como nosotros, los humanos poco a poco hemos perdido la curiosidad por lo que nos rodea, esa chispa innata enclavada en nuestros genes de primates que nos ha llevado a grandes descubrimientos y conquistas. Hay quien se lo atribuye a lo ajetreado del día a día, otros a la inseguridad y no faltará quien culpe a los políticos por ello, pero la verdad es que nos encerramos en nosotros mismos y apoyados por la tecnología nos convertimos, cada vez más, en autómatas con gríngolas, mientras pasan desapercibidos a nuestro lado detalles e historias fascinantes que nos ayudarían hacer catarsis de vez en cuando, simplemente con el ejercicio de pensar en otra cosa que no sean los problemas cotidianos.

La Asunción es la capital del Estado Nueva Esparta en Venezuela (Islas de Margarita, Coche y Cubagua), pero por ser un estado eminentemente turístico, mucha gente no conoce esta ciudad, debido a que la capital comercial por excelencia es Porlamar y es allí donde se ubican la mayoría de los hoteles, centros comerciales, casinos, etc. Muy pocas personas se han dado la tarea de conocer a la Capital del Estado, muchos piensan que sólo hay edificios gubernamentales, entes oficiales, mucho gris y mucho concreto, pero nada más alejado de la realidad.
Visitar La Asunción y caminarla es un viaje a un pasado cargado de gloria, aderezado con un clima agradable de pie de monte, con iluminación sombría obsequiada por los antiguos árboles, cuyas copas nos protegen del ardiente Sol caribeño. Cada adoquín en sus calles tiene historias y leyendas fabulosas, simplemente hay que buscarlas con mucha curiosidad y tener la cámara lista para capturar en nuestros lentes cada imagen del pasado, el cual resiste al insolente presente que no respeta antiguas fachadas de casonas solariegas.
Un día salí a caminar por las calles de La Asunción y me conseguí con un puente casi escondido, el cual fue construido en la época colonial (1608) conocido como El Puente de Piedra, pero rebautizado en el año 1911 como “4 de Mayo de 1810” (tributo a la fecha en la que esta provincia insular se independizó de España), el mismo ha comunicado a transeúntes sobre el Río Asunción de manera segura por más de 4 siglos.Muy cerca de este puente encontré una edificación donde actualmente funciona un teatro muy deteriorado llamado Teatro Santa Lucía, pero que en la antigüedad albergó un antiguo mercado municipal, siendo el detalle de sus dinteles adornados por gárgolas una postal imposible de obviar por mi lente y que le aporta un carácter especial y místico a dicha edificación colonial la cual pasa desapercibida cuando uno transita a su lado en vehículo.
Siguiendo con mi visita me encontré con la vetusta pero imponente torre de la Catedral de La Asunción (siglo XVI) la arquitectura de esta iglesia es muy sobria y hermosa, por lo antiguo de su fachada y enmohecida pintura, recuerda un cuadro de Goya. Sus portones con las sombras en sus maderas, brindan una imagen semejante al “Romanticismo” y su interior es toda una galería de iconos religiosos coloniales y criptas antiguas que te trasladan a otro tiempo donde esta ciudad era asediada por piratas y años después por batallas independentistas.Frente a la Iglesia está la Plaza Luisa Cáceres de Arismendi que junto a la de Bolívar hacen un pequeño bulevar muy agradable para sentarse a disfrutar las tardes, Ahí se erige una escultura en honor a la heroína venezolana, cuya imagen mira hacia la colina donde se encuentra el Castillo Santa Rosa, donde ella fue encarcelada, vejada y maltratada, a tal punto que provocó la pérdida del hijo que llevaba en su vientre. Pero ella siempre se mantuvo incólume gracias a su fidelidad de esposa y mujer de ideas independentistas (su esposo el General Arismendi, prócer de la Independencia).Este Castillo ubicado en un lugar estratégico donde se puede divisar el lejano océano (La Asunción está ubicado en un valle, y no tiene costa), fue clave en la defensa de la ciudad y la isla contra los ataques de filibusteros y corsarios. En sus recámaras reconstruidas se encuentra la celda donde inhumanamente se retuvo por largo cautiverio a Luisa Cáceres, incluso se pueden apreciar ciertos implementos utilizados en la época para torturar a los prisioneros, tales como grillos, yugos, etc.Incluso hay balas de cañones antiguos, y el pozo donde fue lanzado el bebé de la heroína. Todos estos elementos nos permiten hacernos una idea más cercana de las condiciones y situaciones de aquellos años.
Cabe destacar que al visitar lugares como el Castillo Santa Rosa y La Catedral de La Asunción se pueden observar detalles curiosos tales como balcones, garitas de vigilancia, puertas, murallas y fosas las cuales permiten hacerse la idea de la baja estatura de los hombres de la antigüedad (aproximadamente 1 metro 50 centímetros como promedio), imagen diametralmente opuesta a la concepción que tenemos de los mismos.
Frente a la Plaza Luisa Cáceres de Arismendi encontré un hermoso y colorido edificio donde funciona el Museo Nueva Cádiz, en el mismo se pueden apreciar objetos encontrados en las ruinas de la destruida ciudad homónima ubicada en la Isla de Cubagua, donde un maremoto dejó pocas evidencias del gran pasado comercial (perlas) de esta urbe, primogénita de Suramérica y Venezuela. Este edificio que goza de gran belleza en sus formas, albergó anteriormente una cárcel colonial.
Caminando por el bulevar junto a la Iglesia, disfrutando del paisaje y de la hermosa escultura de Narváez (famoso escultor de Margarita) que adorna una jardinera,
me topé con dos edificaciones fabulosas, cuyas construcciones datan del mismo prolífico siglo XVI.El antiguo Convento Franciscano (actualmente sede del Consejo Legislativo del Estado Nueva Esparta) es un edificio muy bien conservado, lleno de historias de libertad (fue también hospital durante la Guerra de Independencia) y engalanado en su entrada por un reloj solar equinoccial y cuya sombra sigue marcando la hora después de cuatro siglos, aunque actualmente muy pocos sepan leer su valiosa información.
Frente a éste encontramos una construcción soberbia de estilo Neoclásico que recuerda edificios y templos Grecorromanos, El Palacio Municipal, hermosa estructura digna de visitar y de captar con nuestras ópticas.Salí de la ciudad complacido y con mi cámara repleta de historias con imágenes, pero me hacia falta un cierre digno, por ende fui hasta las faldas del Cerro Matasiete (antes llamado Guayatamo o Casa de paja en lengua Guaya), donde se llevó a cabo una cruenta batalla que significó una victoria trascendental en la Independencia de Venezuela y en la cual quedó evidenciada la valentía de los pobladores de estas islas: los Neoespartanos (término adoptado como gentilicio al hacer símil entre los Espartanos y la gesta en que las Fuerzas Patriotas vencieron a los Realistas sopesando una ventaja de 7 hombres a 1), por ende fui y capté el monolito que se erige sobre una colina del mencionado cerro, y el cual rememora dicha hazaña. Son muchas las historias entretejidas de ese memorable día, pero una en particular me llamó la atención y fue el testimonio de varios soldados y del mismo General Francisco Esteban Gomez (Comandante de las Fuerzas Patriotas), quienes aseguraron divisar a una mujer con velo que auxiliaba a los heridos y animaba a los valientes. El mencionado General dijo: “esa extraña mujer que estamos viendo desde la mañana entre nosotros, no es otra sino la Virgen del Valle que personalmente ha venido a presenciar la liberación de su tierra y no podemos desengañarla”.
Saludos
JCT

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